Pasada la euforia de mi cumpleaños, que me lo gocé como nunca en la vida, quisiera contarles algo que me parece importante resaltar, sobre todo porque siempre tendemos a creer que la vida de los demás es mucho mejor que la nuestra
Ese día mi esposo organizó, de la mano de una muy buena decoradora y organizadora de eventos, un fiesta como la que muchas mujeres soñamos que nuestras parejas nos hagan de sorpresa y sin tener que mover un dedo, una expresión de amor a través de los detalles y la preocupación por los gustos de uno. Ahora bien, no se lo tomen literal, no es la fiesta, sino todaaaa la organización del evento, el esfuerzo de preocuparse por invitar a la gente especial para uno, de organizar la decoración, la comida, la música y que todo todo se parezca a lo que uno como protagonista es.
Al llevar mas de 15 años organizando eventos (paseos, fiestas, vacaciones, etc..) la división de funciones es obvia en mi casa, entre los dos decidimos que hacer y yo organizo la logística.
Quienes me conocen saben que darme sorpresas NO es fácil, sobre todo porque siempre quiero saberlo todo; de manera que 1 mes antes de mi cumpleaños yo ya tenía en mi cabeza que quería hacer, como lo quería hacer, cuando lo quería hacer y a quienes quería invitar (mi esposo se demoró alrededor de 2 meses organizando todo), es entonces cuando un día, en el almuerzo le dije: mira, yo quiero ir a tal lado e invitar a todooo el mundo, él me miró y me dijo, no te preocupes, vamos a ir a tal lado y yo ya estoy organizando todo.
Cabe decir a mi favor, que él siempre me ha expresado que es ¨muy malo con las sorpresas¨, entonces yo no iba a dejar pasar mi cumple así como así, pero cuando él me dijo que ya estaba haciendo algo, yo me prometí no volver a preguntar y dejarme ir con la corriente.
Acá es donde viene mi punto, si uno se dedica a decir, es que yo no soy así (detallista, programador, persona de decisión, relajado, etc..), entonces, como podemos sostener nuestras relaciones si no somos capaces de adaptarnos y ser felices con la felicidad del otro?
Explico un poco mi punto, para el caso de mi fiesta.
– Mi personalidad es organizadora, planeadora, controladora. Mis amigos me decían, pero como hizo para que tu no supieras nada???? pero en serio no sabías??? (en serio no!) Pero no pusiste resistencia??? jajaja, no, me dejé llevar.. eso si, la semana previa miércoles, jueves y viernes tuve un dolor de cabeza terrible, de viernes a sábado tuve pesadillas y el sábado con mucha voluntad, me dejé guiar sin preguntar absolutamente nada.
– Su personalidad es relajada, tranquila, se deja llevar, no se enreda con bobadas de nada, entonces para él fue un reto absoluto pensar en todos los detalles, a quién invitar? hacer tarjeta? decirles a todos que era sorpresa, organizarle la vida a algunos cuantos que siempre tienen problemas, de qué tema hacer la fiesta? quién organiza? quién decora? cómo decorar? cómo sacarme de la casa? cómo esconderse para que yo no me enterara de nada, etc…
Tanto él, como yo, a nuestra manera decidimos darnos la oportunidad de jugar en un bando que no conocíamos y todo, para hacer feliz al otro. La invitación entonces es a dejar de decir ¨yo no soy así¨ y preguntarse como sí podría ser así para el otro.
ASG