Llegaste y te estaba esperando…
Desde temprano te había hecho la maldad de darte, sin que la gente de tu trabajo lo notara, un lubricante caliente y te había dicho al oído “para esta noche”, así te pasarías la tarde pensando en lo que te iba a pasar. ¡Entraste e inmediatamente te acosté en el piso de la sala, sobre la esterilla de yoga, subí al cuarto y bajé con todos nuestros juguetes [...]