¿Qué quiero que me hagas?
Esa pregunta surgió en una de nuestras conversaciones…
Quiero llegar contigo a un sitio tranquilo, donde podamos gritar si queremos y que nadie nos conozca.
Comenzar a besarte, mientras por encima de la ropa me tocas la espalda suave y lentamente, bajando tus hábiles manos hacia mi culo y ahí sí agarrándolo duro para traerme contra ti y sentir tu erección contra mí.
Con toda la ropa puesta los dos, me levantes en el aire contra la pared y levantes mis piernas, y restriegues tu erecta verga contra mi clítoris, pero vestidos, mientras sigues devorando mi boca.
Luego de eso me bajes al piso y lentamente me quites la camisa, y con dulzura beses mi cuello y mi pecho, sin tocar aún lo que hay bajo mi brasier, y me des la vuelta, acariciando mi espalda y frotándote contra mi culo mientras me besas el cuello y los hombros, y ahí si quites mi brasier para jugar suavemente con mis pezones, dándoles vuelta con tus dedos y mientras eso pasa, me pongo inmensamente húmeda, siento como se moja toda mi entrepierna y mis muslos.
Ahí quiero que mes des la vuelta otra vez, y me empieces a chupar los pezones hasta que me retuerza de placer, y ahí puedes morderlos suavemente al principio y después hasta que me queje…
Ahí yo te quitaré la camiseta y te daré la vuelta para recorrer tu espalda a besos, mientras te quitas los zapatos y te bajas el pantalón, yo te bajo el bóxer, pero mirándote la verga erecta frente a mis ojos.
Ahí me vas a levantar  y me pondrás sobre la cama, quitándome el pantalón y pasando tu mano por encima de la tanga para que te des cuenta lo húmeda que estoy, corres la tanga hacia un lado y clavas tu lengua en mi húmeda concha, primero recorriéndola por todos lados sin tocar el clítoris, y luego metiendo suavemente la punta de tu lengua en mi húmedo y caliente orificio, para que yo me retuerza de placer mientras con tu mano izquierda
pellizcas mi pezón derecho, y ahí tener mi primer orgasmo, reteniendo tu cabeza con mis muslos y gimiendo tu nombre…
Después quiero que me beses más la boca locamente, mientras me agarras el culo acostado sobre mí, que yo sienta todo tu peso encima y que sienta tu corazón y tu respiración acelerada, y cuando nuevamente gima, me entierres tu verga hasta el fondo, duro como sabes que me gusta, solo para sacarla nuevamente y levantarte para verme temblar en la cama de lo que provocas en mí.
Quiero que me pongas en cuatro, y mires mi culo abierto con cara de ganas de comerlo, y empieces a lamerlo haciendo que yo gima y arquee la espalda de placer, preparándome para que me la metas nuevamente, pero por mi húmeda vagina, primero la punta, varias veces, sacándola totalmente y volviéndola a meter, y mientras lo haces, me roces el culo con el dedo, hasta que yo no pueda más y te pida que me la metas hasta el fondo, sintiendo como tus testículos golpean mi clítoris con cada embestida, hasta que nuevamente caigo en un orgasmo delicioso y extenuante.

Pero tú quieres más… siempre quieres más…
Así que nuevamente quiero que me des la vuelta, quedando boca arriba, me abras las piernas y me las levantes hacia atrás, y muy lentamente vayas metiendo suavemente uno de tus dedos en mi culo, esperando y observando mis reacciones, y cuando crees que ya estoy dilatándolo, metes un segundo dedo, a lo cual gemiré de placer y me retorceré, es una sensación muy diferente a lo vivido, es sentir que todo se abre, y que completamente me entrego al placer; y luego, y mirándome a los ojos, y llenando tu pene de todos mis jugos vaginales, vayas acercando la cabeza de tu verga a mi culo, y suavemente vayas metiéndola, un centímetro a la vez, con ternura pero a la vez con una pasión desenfrenada, y comiences suavemente a entrar y salir, sintiendo como tu leche va subiendo por tu verga con ganas de salir, de llenarme el culo, y cuando yo gima de placer, tu gemirás en un orgasmo como nunca lo habrías sentido, siento dentro de mí que tu verga se eleva y baja con cada chorro de leche caliente que me das.

Autor: Pony Pérez.